miércoles, 28 de enero de 2009

Sur-realismo extremo

Esa mañana iba distraído en el micro. Ni siquiera me había puesto mis audífonos para escuchar mi música desde el celular. Iba tarde, para variar, hacia el trabajo. Después de media hora de camino y haber recorrido todo Miramontes, justo antes de llegar a la terminal Taxqueña, fue cuando ocurrió.
El operador estaba dando vuelta a la izquierda en Miramontes, en el último retorno antes de llegar al puente que lleva hacia Rio Churubusco, para entrar a los andenes de la terminal, cuando lo escuché. Una música conocida, pero en una versión como de celular polifónico, me hizo volver la mirada hacia el otro lado de la calle, hasta un microbús que se estaba estacionando en reversa sobre Miramontes, en dirección al sur (o siendo exigentes, en dirección al norte, pues iba en reversa).

Chorando se foi quem um dia so me fez chorar
Chorando se foi quem um dia so me fez chorar


Y lo vi bailando la Lambada, mientras se hacía hacia atrás, sobre esa zona tan transitada. Repitiendo una y otra vez los versos arriba transcritos. Despreocupado, hasta desvergonzado, diría yo. Pero con tal desenvoltura y buen humor que me puso de buenas. Supe que sería un buen día, aunque también supe que el surrealismo había llegado demasiado lejos.
Decidí que no escribiría más en este espacio. Me causa alucinaciones.

martes, 20 de enero de 2009

Debrayes desde Lemuria II

Este nuevo espacio frue creado exclusivamente para postear aquello que es demasiado extraño o "sui géneris" para mi blog de MSN.

Aunque el verdadero pretexto fue el escrito anterior, la intención es seguir escribiendo en este lugar todo aquello que no entre en las categorías creadas en el MSN Spaces (muy limitadas, por fortuna)

Esta vez...

De pronto te descubres hablando de una canción de los Beatles, una más bien poco conocida: "All together now".
De pronto te encuentras platicando con un grupo de amigos en los jardines de la escuela, hasta la noche, y los aspersores los ahuyentan, hasta unas bancas más secas.
De pronto platicas con un amigo en la cafetería, contándole que una amiga en común te gusta.

Hoy me pregunto qué te inspiró a pintar una moneda de 50 centavos, el número 5 de azul, y el 0 de rojo, y decir que la moneda era "el alma de la fiesta".
Hoy me pregunto a dónde estará toda esa gente que asistió a esa "Feria de la Hamburguesa", donde tú, con una tela amarrada alrededor que hacía las veces de una túnica, promocionabas tu puesto de "hamburguesas griegas".
Tal vez no existen las palabras para describir lo que sentí aquella vez que nos besamos por primera vez en ese bar.

Esta vez vengo buscando los recuerdos más alegres, para no entristecerme en un día como hoy.
Esta vez lo intentaré, por más difícil que resulte la tarea.
Esta vez y más al recordarte improvisando reuniones en tu casa, los sábados en la noche, con cerveza Sol Brava y pizza.
Sí, la vida era muy distina hace 4 años...

De pronto te pierdes con ella en un barrio desconocido; la escuela está cerca de ahí y deciden regresar caminando; aunque es de noche y es un lugar solitario, tú no sientes miedo.
De pronto juegas "Pintamonos" con tus amigos, o a las cucharas, en esas cenas de fin de año.
Tal vez no existen recuerdos más felices en tu memoria.

Esta vez no quiero que pase este día sin recordarte lo mucho que extraño tu amistad.
Esta vez lo intentaré hasta que el humo del incienso que surge a tu memoria se disipe.
Esta vez y más te escribiré algo inspirado en una canción.
Si la vida continúa sin ti, aparentemente y con dificultad, desde hace tres años...

Debrayes Desde Lemuria

Si he de ser sincero, no estoy muy seguro del porqué elegí Lemuria. Lo cierto es que recordé este nombre en un instante de dispersión durante la comida el día de ayer. Me dió por imaginarme a hombres disfrazados con botargas de grandes morsas pateando a Edgar Allan Poe. Y a supuestos sabios Lemurianos jugando con el Merkabah hasta hacer reventar su continente (claro, después habría de arrepentirme de un pensamiento tan atroz, pues no debí imaginar Lemurianos, sino Atlantes, pero la otra idea de los hombres-huevo... digo, de las botargas de morsa es i-na-mo-vi-ble). Tal vez el debraye se debió a que ya me encontraba satisfecho y buscaba un vehículo de escape, pues apenas me encontraba a la mitad de mis alimentos. O quizá haya tenido que ver con los síntomas asociados al resfriado común. Probablemente hubiera sido el estrés de la llamada telefónica que había recibido porque un maldito servidor de impresión seguía dando problemas y no podía configurarlo adecuadamente. O símplemente tuve la necesidad de imaginar a hombres-morsa pateando al escritor del que se celebrababan 200 años de su nacimiento mientras todo un continente quedaba sumergido irremediablemente bajo las olas del mar.

Yo se lo atribuyo al sujeto que tuvo a bien asistir a la inauguración de Exhibición Surrealista de Londres de 1936 vestido en traje de buzo. Ese que lleva casi 20 años de muerto.


NOTAS al Blog:
No mezclar cafeina con ibuprofeno. Puede tener el efecto colateral de suprimir el dolor de cabeza.

Y nunca, pero NUNCA postear aquí a menos de estar seguro que el medio no puede ser interferido por los Espías de Napoleón (a.k.a. EdeN)

¿Y si Dalí pintara a Poe?
¿Y si Poe escribiera una novela donde Dalí fuera el protagonista?